La Tetas de María Guevara

Cortesía: Areparadio.com

Son dos cerros gemelos, con una altura aproximada de 135 metros, ubicados en el centro de la Isla de Margarita, cerca de la laguna “La Restinga”, en Nueva Esparta-Venezuela.

Las Tetas de María Guevara son monumento natural de Venezuela desde hace 46 años, específicamente desde el 27 de Febrero de 1974.

En 1532 se mencionan estos cerros por primera vez en el Archivo General de Indias en Sevilla con el nombre de Las Tetas, sin embargo, lo de María Guevara vendría después, a finales del siglo XIX, según el Cronista Margariteño Jesús Manuel Subero, su población fué inicialmente habitada por una mujer cumanesa emprendedora y poseedora de una significativa fortuna con negocios como propietaria y socia de varios trenes de pesca, muy querida por los habitantes del puerto de Punta de Piedra, de nombre María Guevara, la cual falleció a la edad de 85 años, en 1886.

En este sentido y por la capacidad que tienen los margariteños de reirse y contar chistes, surgió la expresión “ve compay, allá están las tetas de Maria Guevara”. Con lo cual se burlaban de los pequeños senos de sus social quien curiosamente, tenía senos pequeños, por ellos se inmortalizó en la historia margariteña, al punto de quedar este nombre grabado para llamar a los mencionados cerros gemelos monumento natural de la nación en 1974.

Los Pescadores de la región toman como referencia los cerros llamados las Tetas de Maria Guevara, para orientarse al navegar en las tres lagunas costeras: Laguna de Raya, Laguna Punta de Piedras y Boca de Pala.

El clima en el lugar es semiárido, su vegetación, por otra parte, es desértica tropical, la más seca del país.

En cuanto a la fauna, el conejo silvestre es una de las principales especies terrestres que localizan, conjuntamente con algunas lagartijas y otros reptiles, ofidios, como la coral y la cascabel principalmente.

Las Tetas de Maria Guevara han tenido un papel importante en las cultura regional del Margariteño, existen canciones, poemas, cuadros de arte, entre otros:

Décima de las Tetas de Maria Guevara, contada por Domitila Guevara, ñera safrisca y faramallera como su estirpe lo marca.


¡Tetas las de mi madrina! la ilustre María Guevara que lavaba su cuchara con agua de creolina. No porque fuera cochina -más bien todo lo contrario- Tenía el hábito diario de limpiar bien sus enseres Era una de esas mujeres con un porte vergatario…


Tenía la boca pintada y un cuerpo que enloquecía a todo er que la veía en su burro encaramada. Con su cayena terciada por encima de la oreja. ¡Yo quiero pa´ mi esa vieja! gritaban los caballeros absortos en er tetero y queriendo comé armeja          

   
 ¡María! ¿Qué te-tas viendo por debajo de la cota? Parecen dos morocotas que se estuvieran saliendo.   Y mi madrina sonriendo montada en su borriquito iba brinquito y brinquito sartando entre los tunales, mientras su busto a raudales se  descubría  exquisito…
Y así fue como en leyenda se convirtieron sus pechos, -Consecuencia de estos  hechos y de la imaginación sin rienda- Mi madrina, la tremenda, la que sus tetas mostrara sin que nada le importara ni ofrecer explicaciones, porque ¡dos buenas razones! son las de María Guevara

Domitila Guevara. Safrisca y faramallera