Alrededor de las viejas tradiciones siempre rondan los mitos y leyendas más descabellados. Por ejemplo, cuentan que el jamón que hoy conocemos fue descubierto casi por accidente en la Roma antigua, cuando un joven cerdo tuvo el infortunio de caer en un arroyo con una alta concentración de sal y ahogarse. Para la buena suerte del resto de la humanidad, unos pastores al ver lo sucedido, no perdieron tiempo y recogieron al animal
para asarlo, lo que encontraron fue una carne jugosa de agradable sabor.
Más tarde comprobarían además, que la sal también permitía que se conservara por más tiempo. Así fueron perfeccionando esta técnica hasta conseguir lo que, en aquella época, era uno de los mejores jamones curados del mundo.
Otra antigua leyenda reza que son tres los “duendes” que se encargaron de
transformar al jamón curado en un arte: la imaginación, la experiencia y el tiempo.
Eso que acabas de leer, son algunas de las historias que inspiraron a “Cochina Envidia” a escribir su propia historia, esta comenzó a mediados del 2019, con la creación de su Salumificio en la Isla de Margarita, Venezuela; allí apuestan por un producto que combina lo mejor de las tradiciones del viejo continente, con ingredientes locales.
Este emprendimiento ha conseguido hacerse un nombre gracias a la alta calidad de sus cerdos, a los que ellos mismos crían y alimentan, hasta que alcanzan su peso ideal.
Una vez que llegado el momento, comienza un proceso en el que reemplazan el alimento de engorde por la dehesa (pastoreo). Durante estos meses el animal recibirá una dieta a base de ají margariteño y orégano de monte, de esta forma buscan su DOC (denominación de origen controlado), con el que no solo obtienen piezas de intenso sabor, sino que además están produciendo un jamón 100% orgánico, artesanal y margariteño.
Su proceso de curado se realiza dentro de cavas climatizadas, de acuerdo a las estaciones del año (invierno, otoño y verano) con temperaturas y humedades controladas, emulando las diferentes estaciones del año de Zarzalejo, un pueblo ubicado en la sierra Oeste de Madrid, cuyas condiciones generan un moho único, que es el encargado de darle
aroma, sabor, color y textura a las piezas de jamón. Estos microclimas, junto a las especias típicas de La Isla, dan como resultado un producto único.
De las salinas de la Isla de Coche, extraen la sal más pura -libre de aditivos,
acelerantes y conservantes químicos- con la que, junto al ají margariteño, orégano de monte y pimienta, intervienen cada una de sus piezas. Estas son colgadas dentro de mallas ajustadas por un periodo de tiempo y van siendo rotadas en cada una de las 3 cavas, dependiendo de la técnica que vayan a realizar.
Ubicación de Cochina Envidia:
Desde Cochina Envidia trabajan para ofrecer: guanciale, coppa, panceta, lomo embuchado, pata de jamón margariteño y mucho más. Pero eso no es todo, las piezas que no pasan por el proceso de curado se cocinan a fuego lento con un marinado especial para luego servirlas en su Salumeria Casa Catuche. En el cual van a poder probar, degustar y comprar su carne de cerdo curada, frente al mar de la siempre hermosa bahía de Pampatar.
Pueden contactarlos directamente desde su Instagram:
Felicidades a los emprendedores! Espero tener la oportunidad de visitarlos.
Buenos días, la verdad me dió cochina envidia leer este artículo, jejeje que rico se ve todo ????????, felicidades por esa iniciativa, sigan adelante. ????????????
Excelente artículo, el potencial de nuestra Isla es infinito. Felicidades!!
Lastima no tienen un sitio web para leer mas de sus productos, hoy dia es lo primero que uno busca por que las redes sociales son cheveres pero no tienen toda la informacion que uno quisiera. en todo caso un emprendimiento genial.